Todos los que hemos vivido los 90 en el sentido musical sabemos que aquella época fue una locura en la cual te podías encontrar de todo. Los mash ups más imposibles se dieron lugar en una década que, como llevo diciendo un tiempo, vuelve más pronto que tarde.
Uno de los aspectos más característicos y que más suicidios causó en esa época fue la demoledora mezcla-fusión country pop, un tren al que se subieron muchos, pero del cual sólo tres muchachas de vida alegre consiguieron salir con unos cuantos royalties de más.
Las tres coinciden en que vivieron su momento de gloria y ahora viven de las sobras de los homeless más sucios y zarrapastrosos del pueblo más analfabeto de todo el estado de Texas. Y eso, por supuesto, es un ticket VIP de permanencia en esta sección.
Bienvenidos al primer Popstitutes del año, que llega por triplicado y está dedicado con mucho cariño (y aún más repulsión) a las que denominaremos Countrytutes (con todo por lo que nos hicieron pasar, se merecen esta mierda de nombre):
Faith Hill
Qué mejor que empezar con la más fracasada. Si fuesen cantantes teen pop, sería Jessica Simpson, que ha sido toda su vida un moco mal pegado bajo el pupitre, pese a tener mejor voz que Britney y estar mucho más buena que Xtina (algo bastante fácil en ambos casos, probablemente tú, lector, también tengas esas cualidades).
Faith siempre quiso ser countrytitute, como todas las demás y, cómo no, ese sueño sólo podía cumplirse en un sitio:
Efectivamente. Nashville es como NYC para Madonna, sólo que en vez de taxis coges el primer potro salvaje que pase por la calle. Adolescente como ella sola, Faith cogió y empezó a buscarse la vida, trabajando como secretaria y vendiendo merchandising country (seguro que botas, estrellas de sheriff y, evidentemente, sombreros cowboy).
Pero vayamos al grano: chica conoce productor y le hace disco mientras la maquillan como una puerta para que se vea lo guapa que es y lo mucho que se parece a Geena Davis pero en hetero.
Sacó un disco que tuvo éxito ahí en Nashville y con el segundo ya listo, empezó una gira con Tim McGraw, un cantante country del que se enamoró y le dio la patada al productor que se lo dio todo. Y parecía una mosquita muerta! El caso es que se casaron y fundaron la editorial McGraw-Hill (bueno, esto último no es verdad, pero vaya casualidad, no?).
Y vino el bombazo, la popstitución: sacar This Kiss para la peli esa de Drew Barrymore haciendo de Cenicienta moderna o no sé qué chorradas que le gustaba a todo el mundo menos a mí. Y claro, todo el mundo que no cagaba con la cancioncilla de marras. Que sí, que es muy bonita pero prff...
Después, cómo os podeis imaginar, vinieron los flops. Intentó agarrar lo que pudo de los atentados del 11-S cantando baladas y ablandando corazones y así consiguió llegar al #1 de Billboard pero luego la cosa cayó y llegó lo que se temía: el flop.
En fin, desde entonces sólo hace discos country puros con su marido, giras insoportablemente pastelosas y bueno, dando bandazos, como todas las de su calaña.
Shania Twain
La de Shania es toda una historia de superación, pero como me parece muy chunga la parte en que mueren sus padres en un accidente y provocan un retraso en su carrera, pasamos directamente a los 90.
Lo mejor de Shania es que será todo lo americana que querais, pero es canadiense, así que tiene de raíces country lo que María del Monte. Pero claro, dime con quién te acuestas, y te diré hacia donde enfocar tu carrera.
Sus dos primeros discos, horteradas llenas de canciones con las palabras "man" y "woman" (y en cuya portada podeis comprobar su terrorífico parecido con otra elementa del pop como es Cheryl Cole), sonaron sin pena ni gloria en los peores bares de carretera llenos de strippers que huelen a cerveza reseca, pero Shania tonta lo que se dice tonta no es, y una vez podía flopear, incluso dos, pero a la tercera sabía lo que tocaba: popstituirse.
Come on Over es uno de los discos más vendidos de la historia, y debe su éxito a la localización. Igual que con las series siempre se procura hacer una versión americana, Shania dijo: y si hago el MISMO disco pero en clave pop, para atraer a mis fans? Y ahí funcionó. Popstitute de lujo, porque le sobra el dinero.
No sólo That Don't Impress Me Much fue un hit mundial, sino que Man! I Feel Like A Woman o Don't Be Stupid se colaron en nuestras casas, básicamente porque Internet no estaba tan extendido y no podíamos escuchar música mejor. Sus looks de travesti fueron muy comentados, aunque reconozcámoslo, todos queríamos ir con nuestra maleta de leopardo (a juego con nuestro traje) a sudar al desierto de Mojave mientras venían hordas de maromos dispuestos a hacernos mujer.
Pero la repanocha llegó con Up! La tía, no contenta con sacar una versión pop, también se animó con una hindú, en plan "músicas del mundo" osea puaj. A veces me pregunto que pasaría si Madonna lo hiciera. En plan una versión india del First Album o una Country de Ray Of Light. En fin, no me meteré en camisas de once varas.
Luego llegó el GH, que no compró nadie, y que los pocos que lo tienen es porque bajó de precio al mes. Sacó un single que en función del país, lo cantaba un horror de tío country o Mark McGrath, que fue uno de mis mitos eróticos de finales de los 90 con Sugar Ray pero ahora da grimilla.
A la pobre la dejó su marido, que resulta que era quién le hacía las canciones así que está en un punto de inflexión. Se rumorea que trabajará con Timbaland (been there, done that, babe) aunque yo apuesto a que nos haga un Mónica Naranjo, trabajando con su ex como si nada.
LeAnn Rimes
Y ahí va la mejor, la peor, la que tuvo y retuvo. Porque LeAnn es como un grano en el culo de América: le coges cariño pero pica.
Lo más importante es saber que sólo tiene 27 años. Y parecía que tenía 45 ya, pues no. Empezó a mediados de los 90, cantando una canción hecha para Patsy Cline que, para suerte de ella, murió en un accidente de avión antes de cantarla. Entonces sacó muchas canciones country que no le interesaban a nadie que se duche cada día y al final pues oye, la chica cuajó.
Bueno, a ver, que vendió lo justo para que la reconocieran en las convenciones de toros mecánicos de Nashville pero, como buena popstitute, tuvo una reunión de urgencia con su almohada y dijo: quiero vender millones, quiero que mi cara esté en la mente de todo el mundo para que cuando me vuelva fea recuerden que alguna vez lo fui más. Y sacó un disco de covers (toda una pionera, antes de OT y todo, fíjate tú) del cual Unchained Melody tuvo éxito. Aún no entendemos porqué, ya que es una tía que da bastante grima y te puede gustar una canción un rato, pero ser fan, uff que pereza, con lo fea y pesada que es... Encima el disco era de covers de "inspirational songs" categoría infumable, como ella.
Para el tercer disco, horror por partida triple: intentó hundir a David Foster e hizo un cover de Purple Rain producido por su padre. Lo sé, no querríais estar en la cena navideña de los Rimes. El disco vendió un porrón, whateva, pero aquí se seguía sin saber nada de ella. Y mira que yo era de los que miraba la MTV cada tarde.
No fue hasta I Need You que llegó la fama mundial. La canción que titula al disco es preciosa y aún cuando la escucho actualmente incluso consigue emocionarme (sobretodo si no le veo la cara de mono), pero la que tuvo éxito fue, como bien sabeis, Can't Fight The Moonlight. Hortera como ella sola, la canción y la muchacha, consiguió entrar en la OST de una peli tan buena como mala de cojones: Coyote Ugly. En el videoclip, LeAnn se mueve por encima de la barra del bar como si acabaran de soltar a una morsa inválida en ayuno. Y con un micro, claro. Lo único que molaba de la peli era el tío guapo típico de peli de finales del siglo XX y Tyra Banks.
Y a partir de ahí mi parte favorita: la debacle. Denunció a su productor y a su padre por robarle dinero, sacó discos de mierda (aunque Life Goes On me parece un temazo como la copa de un pino), siguió sacando basuras de discos navideños, un single para Legally Witherspoon 2 y, claro, cómo no, en un ataque a lo Jewel, decidió que tocaba volver al country que tantas alegrías le había dado. Como sé que no os importa, ni lo mencionaremos.
Lo más importante: se la pegó a su marido con Eddie Cibrian (actorucho que os suena pero porque sois unos freaks, no porqué sea buen actor) y todo el mundo se enteró porque salió un video en un restaurante donde no follan porque mira, no tuvieron tiempo, pero no por falta de ganas. Se supone que siguen juntos pero no quiero pensar demasiado en ello porque me da asco.
En fin, estas son 3 historias de popstitutes de ayer y hoy, hechas a sí mismas y con un eje en común: el Country (cuando empiezan y cuando flopean, que para los hits prefieren el pop). Bravas.
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