Ghostbusters: The Videogame

Ya está aquí. Uno de los juegos más esperados por mucha gente. Y es que no cada día se reúne el cast original de una peli de los 80 para maquinar un videojuego sobre la franquicia, suponiendo la tercera película que jamás se ha hecho (aunque ahora nunca se sabe...).

Dan Aykroyd (conocido por ser el padre de Britney en Crossroads) y Harold Ramis han elaborado el guión de esta parte que tiene lugar poco tiempo después de la segunda peli. Sigourney Weaver no sale, y cuando se enteró de que había rechazado aparecer en un juego tan currado, se llevó las manos a la cabeza (suponemos que también para sujetársela, porque está un poco decrépita).

El juego es impresionante. Nosotros seremos el nuevo Ghostbuster al que han entrenado lo justo y ya tiene que ponerse en marcha. No faltará humor y estética cohentera (logo de Columbia Pictures incluído), escenarios grandes, pasillos (algo lineales, eso sí) y una mecánica muy compleja pero divertida y variada.

Podremos investigar la actividad ectoplasmática con el cacharro de la peli y, en primera persona, veremos si hay objetos, elementos, babas, o fantasmas que analizar (así se rellena la base de datos). También ganamos dinero al cazar fantasmas y lo perdemos destruyendo escenario, pero al final la balanza se decanta en positivo, y podremos usar el dinero para comprar mejoras en nuestros aparatos.

Y es que cazar fantasmas es todo un espectáculo. Mientras con R2 disparamos, le quitamos energía. Cuando se la hayamos quitado, sin dejar de presionar R2 usamos L1 para "atar" al enemigo. Si se pone rebelde, con L2 podremos golpear

le. Y si se nos acaba la energía del arma, a recargar con R1. Pero claro, cómo lo cazamos? pulsando cuadrado y llevando al fantasma hacia la trampa que acabamos de enviar! Es estresante, pero cuando has cazado tres ya te crees el rey del mambo.

Actualmente estoy en la New York Public Library intentando derrotar a la bibliotecaria de la primera escena de la primera peli, cuya historia nos han desgranado por completo.

En definitiva, un lujazo de juego como pocos. Emociona encontrarse con un juego que, de por sí, sería bueno, pero que además usa una franquicia tan querida por muchos.