Popstitutes Vol.5: Gwen Stefani

Hace tiempo que la tenía en mi lista y, por fin, le podemos dar el trato que se merece.

Llegados a este punto, considero que cada popstitute tiene su razón de ser y personalidad propia (siempre dispuesta a cambiar por dinero), y llegamos a un punto en el que cada una es un caso único en el mundo, en el que, con resultados mejores o peores, dan un giro a su carrera.

Ese es el caso de Gwen Stefani, un esperpento de mujer que ha sabido convertir su enfermedad mental y lo que podríamos considerar su "Fashion Dislexia" en algo exitoso y que le da para poder alimentar a sus impronunciables hijos.

Todo empezó a principios de los 90, cuando el hermanito mayor Eric montó una banda con un amigo. Se hacían llamar No Doubt y cómo sabían que no llegarían muy lejos intentaron colar a una cantante jamona (algo muy típico de los 90): Gwen.

El mundo de la peluquería y el terrorismo, mano a mano.

El grupo era ska y, claro, bastante tenía la gente con aguantar a Kurt Cobain y su rollo grunge pre-emo como para encima darle coba a la pedorra ésta, así que nada, con unas portadas horribles y un sonido aburridísimo, se volvieron por donde vinieron.

Pero no! Se reformaron, añadieron a los que son hoy y lo volvieron a intentar, en 1995 y con más éxito. Tragic Kingdom fue todo un discazo lleno de hits -todos hemos tenido 13-15 años y hemos cantado Sunday Morning o Spiderwebs - marcado por la asquerosa relación entre Gwen y Tony Kanal, el bajista moreno (en el vídeo de Don't Speak da pena de verlos) y por el abandono de Eric, el hermanísimo, para continuar con su trabajo como animador de los Simpson.

Ayúdame! yo tengo muchos quereseres!

Lo siguiente? un rollazo: un disco flop con portada de LaChapelle y sonando new wave + otro disco flop intentando sonar como jamaicano hip hop, o sea un coñazo de esos que hacen época (excepto por Hella Good).

Por ese entonces Gwen ya había intentado dejar de ser una desquiciada cría mal pintada para ir como de elegante y fashion. Si entendemos por eso pintarte como una puerta y hacer un videoclip con Eve... El caso es que de la banda supuestamente ska quedaba más bien nada, sólo una rubia insoportable con ganas de echar el vuelo.

Y tras el Greatest Hits de despedida (con ese cover perfecto de It's My Life cuyo remix le valió un Grammy a Stuart Price), los Head Quarters de los Stefani empezaron a echar humo.

Lo sé, este traje me sienta como un huevo frito.

Toda la maquinaria estaba a punto, habría colaboraciones de mucha gente, desde su ex hasta Pharrell, pasando por André 3000 e incluso Linda Perry.

Y pasó lo que todos los que odiábamos temíamos: fue un discazo como la copa de un pino.

Creo que puedo decir, con la mano en el corazón, que sólo hay 2 de las 14 canciones que componen el disco que no me gusten. Y es que, a ver, son puro terrorismo pop: Luxurious es basura pero es que Long Way no se qué también, que es más terrible porque coger un manifiesto de Martin Luther King y convertirlo en algo que ni Cheryl Cole cantaría (y, creedme, Cheryl cantaría cualquier cosa con tal de salir en la tele y las revistas) es degradante y de tener un alma muy, muy negra (requisito indispensable para entrar en el cada vez menos selecto grupo de las popstitutes).

Las buenas, pues no eran pocas. Además hizo un clarísimo Fergie, que viene siendo ya conocido como el hecho de sacar casi más singles que tracks tiene el álbum porque, por pura estadística (está comprobado) y por inercia, algun hit acaba cayendo. Y efectivamente, tras un What You Waitin For tremendo pero algo flop, y un Rich Girl divertido pero un poco prfff, llegóHollaback Girl, que la primera vez que la escuchas te parece una mierda, la segunda aún más, y a la tercera se convierte en la canción del año.

Después sacó 38 singles más de ese álbum, entre los que destaco una de mis favoritas del álbum, Crash, que no fue single porque la tía estaba más gorda que Falete tras comerse los restos de la lipo de Dannii. Y al final parió y fue una mujer feliz y uff, que coñazo de tía, pero almenos se alejaba del mundo.

No olvidemos que durante sus dos álbumes en solitario la acompañaron cuatro comadrejas provinientes de Japón. Se llamaban Harajuku Girls y daban ganas de ahostiarlas como a Alazne de Pekín Express, pero usando a la propia Gwen como arma arrojadiza (muy en plan pragmático).

El caso es que tras el primer álbum empezó con la tontería de diseñar. Ahí mi amiga Esther sabrá deciros si lo hacía bien o si tiene buen gusto pero a mi a veces me daba una pereza. Porque Galiano un rato vale, te puedes reír, pero llega un punto que te cansa.

Su segundo álbum fue todo un despropósito, y una de las razones principales por las que esta mujer está aquí hoy con nosotros. Descartes. Esa es la clave. Todo lo que hay en The Sweet Escape son descartes de su primer álbum, salvando alguna excepción (no sé cual, pero alguna habrá). Pero aún y así podemos salvar 3 joyitas: 4 in the morning (remix de Jacques Lu Cont. Standing ovation), Early Winter (escrita por Keane) y Wonderful Life (muy New Order). Lo demás? caquita pero de la buena, de la que cuando tiras de la cadena ahí sigue, desafiante.

Cómo??!! Que The Sweet Escape es un flop?

Entonces decidió tener otro hijo para suplantar el flop de su segundo álbum que, oye, siempre te anima el día (si Dannii siguiese esa regla, ríete tú de la Octo-mum). La llamó Numa Zesta Rocko no se qué y con 2 días le hizo el carnet de usuaria de biblioteca (la Gwen se las da de culta).

Y como el lema de las popstitutes es que siempre puedes caer un poco más bajo, decidió hacer un comeback con No Doubt, porque los comebacks siempre están de moda. Si lo hace la panadera de abajo, que era una corista de Marisol, no lo va a hacer Gwen!

Y así está, cruzando EEUU con sus exes y sus niños (que son muy amiguitos de Sean Preston & Jayden James, lo que les da puntos). Qué será lo próximo que nos depare su carrera? Un disco con Timbaland? Un disco de baladas? Otra película? Tranquilos, seguro que todas estas torturas están en su lista de "Things to do".

The Sweet Roll On