Skins

Ayer empecé a ver Skins. Hace años que oigo hablar de esta serie británica, que todo el mundo ensalza, no paré de verla anunciada el verano de 2008 en London, pero mira, hay veces que uno no se anima hasta que no le apetece de verdad.

La premisa no puede ser más tópica: el día a día de unos adolescentes británicos. Ya os lo podeis imaginar, amor, sexo, drogas, acento cockney, y todos los clichés adolescentes posibles: el marica, el moro, la negra, el virgen, y el líder. Y cómo no, adivinad cual me mola.

Tony es el que corta el bacalao en la serie y me tiene totalmente enamorado. Es como una versión más chunga y sexy de ese que enseñaba la polla en Mentiras y Gordas. Es el que organiza a todos y los lleva por donde quiere. Tiene a la chica guapa (aunque diga que tiene unos pezones divertidos) y su mejor amigo (con el que duerme a menudo) es un freak virgen que pone bastante también.

Sólo he visto un capítulo, pero la serie apunta maneras, con personajes como la rubia suicida (Cassie?), el exhibicionista (que, como los demás, está para comérselo y no dejar nada), el gay (que es insultantemente guapo  aunque se le ve un poco aislado) o el árabe, que se parece tanto tanto al de Slumdog Millionaire que realmente es el mismo actor.

En fin, a ver que me depara. Me gusta que cada capítulo esté dedicado a un personaje, estoy deseando que llegue al de Cassie, que es como un cruce entre la cándida imagen de Taylor Swift y el rollo trash de Lindsay Lohan.