00:00:03... 00:00:02... 00:00:01... 00:00:00


Hasta hace 3 años no había visto un mísero capítulo de 24. Y el verano de 2007, con un poco de tiempo libre tras un curso muy cargado, me lié y empecé. Y en pocos meses ya me había comido las 6 temporadas que habían realizado en ese momento.

24 de atrapa de una forma de la cual no puedes escapar. Hay momentos que intentas luchar contra ello, pero es imposible, no sólo no puedes dejar de verla, sino que has de ver muchos capítulos, muchos, porque cada uno es intenso como el que más, y cada uno tiene un cliffhanger final que te apunta con una pistola y te obliga a ver el siguiente.
 
24 es una serie de acción, espectacular, pero también política. Un día te levantas y consideras que la serie hace apología del fascismo, pero en otro momento te encuentras que no puede ser más demócrata. Y el gran pilar de la serie, las decisiones. Ya seas el presidente de los Estados Unidos como un agente de campo, te encontrarás con un sinvivir de decisiones que pueden cambiar el curso de la historia. Y el sacrificio, el concepto más importante de esta saga. Porque si algo tienen todos los personajes en común es eso. Todos han perdido algo y alguien muy importante a costa de la seguridad nacional.

Hay veces que te ríes porque el patriotismo americano es tan exagerado que borda la parodia. Clichés como "morirá un civil, pero salvaremos a 200.000 americanos" pueblan la serie, pero nos da igual, porque tampoco te da tiempo a quejarte, ya que la siguiente escena será trepidante y ya te planteará nuevos escenarios.

El formato de la serie es lo que más llama la atención. 24 capítulos, 24 horas. Lo malo? la publicidad obliga a que los capítulos sean de 43 minutos, obligando a usar el reloj para dejar pasar un poco el tiempo. Aún y así, la sensación de realidad es tremenda, aunque cuando les apetece puedes viajar de punta a punta de la ciudad en 5 minutos.


Gracias a este formato, cada temporada es un día, por lo que los enemigos y el 85% del cast siempre se renueva. Excepto Jack, claro. Y algunos personajes que se convierten en básicos para su supervivencia. Con esto, la frescura siempre se ha mantenido, porque tenías todo un nuevo plantel al que conocer, odiar, querer, y decepcionarte. Porque otro de los clichés de la serie son los infiltrados. Enemigos que trabajan con los buenos y que no lo sabe nadie, ni tú, hasta que se descubre, más avanzado en la historia. Es divertidísimo jugar a valorar quién puede ser el malo, como si fuera un libro de Agatha Christie, solo que en versión terrorista.


Como en todas las grandes series, los personajes tienen la responsabilidad de que la serie pase de "buena" a "impresionante" y que vivas pendiente de ellos y te preocupes de si les va a ir bien o mal. Jack Bauer, visto desde fuera, es un engreído aspirante a Chuck Norris. Y en el fondo un poco lo es, pero da igual, porque este hombre lo ha pasado tan mal, ha sufrido tanto durante tantos años, le han ninguneado tanto cuando siempre tiene la razón, que es imposible no empatizar con él. También está Chloe, que aunque lamentablemente no aparece hasta la tercera temporada, desde el segundo capítulo sentirás como si siempre hubiera estado allí. Y Tony Almeida, el eterno segundón, mucho más sexy que Jack, y Michelle Dressler, una mujer de armas tomar, así como Renee Walker, hasta la hija insoportable forma parte de este plantel indispensable.

Lo alucinante es que quién se encargó del casting de esta serie se merece un monumento. Las chicas no son despampanantes, pero los hombres, ay los hombres! Hasta el terrorista más secundario es sexy as hell. A destacar pedazos de hombre como Misha Collins (el actual Castiel de Supernatural), John Boyd (el cerebrito sexy Arlo), Eric Balfour (Buffy, 6FU), incluso el ayudante de la presidenta Tim Woods me vuelve loco. En fin, os informo que seguiré al director de casting haga lo que haga a partir de ahora.


Por el lado político nos encontramos con unas tramas no menos enrevesadas, muy peligrosas y, como dice una de las mejores frases de toda la serie "Promesas de pasillo". Venganzas, secretos, traiciones... la Casa Blanca está que arde en los 8 días que hemos podido ver. Muchos comentaron en su día que el hecho de que el primer presidente de la serie fuera negro tuvo su influencia en hacer de ello algo normal y facilitar la elección de Obama. En las dos últimas temporadas la protagonista ha sido una mujer (la majestuosa Cherry Jones), así que quizás un día nos encontremos con una presidenta (mientras no sea la Palin, cualquiera vale).




En fin, ayer se apagó el reloj en mi casa para siempre, y siempre guardaré un sitio en mi corazón para 24, porque tanto el formato como los personajes y las historias te cautivan desde el primer segundo.


Por segunda vez en dos semanas: adiós, Jack.

2 thoughts on “00:00:03... 00:00:02... 00:00:01... 00:00:00”

  1. Si no me ha dado un infarto con esta serie ya no me lo dará con nada. Es un "y ahora más" constante, rizando el rizo capítulo tras capítulo.

    ¿Te acuerdas cuando me decías que no la viera, que era la serie favorita de Dick Cheney? :P

  2. ¿tan buena es? ¿de verdad son sexys los tíos? ¿vale la pena verla? es que no la he visto, y conseguirla me va a costar sangre, sudor y lágrimas = tiempo.