Popstitutes Vol.6 : La Goldfrapp

Termina el mes y, cómo lleva siendo habitual, nace una nueva popstitute. Bueno, nacer no, que ya existen, pero las hago un poco más visibles, no queremos que cosas como ésta vuelvan a pasar.

Antes de nada debo informar que my big bro ha creado la página O.F.I.C.I.A.L. de las Popstitutes en Facebook. Es muy chuli y así podreis seguir sus carreras en tiempo real. Así que cada vez que Shakira saque un single de mierda con Timbaland o que Jewel saque un disco dedicado a minorías como espectadores de La 2, ahí saldrá antes que en ningún lado. Todo muy 2.0, oye!

En fin, al tema: este mes ha habido un ligero cambio de planes, ya que quería estrenar una subcategoría dentro de esta sección, que no desvelaré para que sea una grata sorpresa la próxima vez. Sólo os diré que era una categoría en la que no sólo iba a estar una (y no me refiero a Girl Bands, pero me lo apunto también, qué gran idea...).

En fin, que el cambio vino porque me acordé de ella. De La Goldfrapp. La no porque sea que La Roux lo ha puesto de moda, sino para saber diferenciar la banda de la elemento en cuestión, Alison Goldfrapp.

Hola, humanos, provengo de un planeta en el cual subsistimos únicamente con flecos dorados y cabezas de mono.

Alison tiene unas cuantas discapacidades. Todas relacionadas con los cinco sentidos, precisamente. De hecho, hasta el sexto lo tiene atrofiado. Su falta de gusto, tacto, olor, vista y oído la han hecho irrumpir en esta entrada. Y, aunque todo tiene matices, una popstitute lo es hasta la muerte.

Conocimos el primer álbum de la banda hace bastantes años ya. Iban de underground y, de hecho, Felt Mountain es un discazo como la copa de un pino. No es un para ponerselo en el gym, pero escucharlo una noche de domingo en casita antes de dormir probablemente te haga una persona más feliz.

Lo malo? que era raro como un perro verde. Ojo, no tanto como la diarrea sonora que era Ruby Blue de la Murphy, pero era así con cositas minimalistas, instrumentos de viento, sintetizadores tímidos... Además, todas empezaban igual y bueno, para un rato está bien, pero let's face it, aquí hemos venido a bailar (y con aquí me refiero a la vida en general).

Tuvo un relativo éxito, pero Alison, como muchas otras Popstitutes, no estaba cómoda con el cariz que estaba tomando todo. Se había dejado llevar por su partenaire en la banda y sus plegarias de "quiero ser una diva electropop, quiero sonar a lo más del electroclash" se quedaron, por el momento, escritas en su diario personal forrado con piel de algun animal salvaje que no entendía nada de lo que sucedía a su alrededor.

Hasta el segundo disco.

Ir de after con Mary Kate y Ashley me va a terminar pasando factura.

Black Cherry cruzó la línea. Aunque el track introductorio era casi como una versión electro del disco anterior, en Train se desenmascaró y se convirtió en la diva electroglammierdarock que tanto nos gusta. Almenos a mí me volvía loco, con todas esas pedorretas, era como si Fischerspooner cantara bien o Benny Benassi supiese hacer algo más que remezclar. Twist, por cierto, fue reimaginada por Stuart Price en uno de sus remixes más oscuros y ruidosos (and I love it), pero lo que la mayoría recordamos es ese Strict Machine, que futuramente plagiaría Sam Sparro con su One Hit Wonder Black & Gold.

Pero basta de defenderla. Se vendió a la discográfica, sacó un álbum pedorro y milimétricamente calculado para ser un hit. Vamos, que en otros casos se critica y aquí todo el mundo "ooooh la Goldfrapp!". Hay que decir que vivió un momento muy Roisin Murphy: a todo el mundo le gustaba la Goldfrapp.... pero el primer álbum? prff vaya coñazo.

You, what you want is that I eat your tiger!

Al final mucho single, mucho neón, mucha mandanga, y el disco fue muy querido por las masas, las mismas que pasan de ella cuando su música suena a concierto folk en un after de Mórdor.

El siguiente paso fue la prostitución, capítulo 2. Supernature nos la pintaba como un híbrido humanoanimal entre stripper y pavo real. Pero claro, resulta que la mujer, más lista que el hambre, decide que es hora, como le llega a todo el mundo en su carrera, de sacar uno de esos hits instantáneos que une al mundo. Las guerras se detienen, las rivalidades religiosas y futbolísticas cesan porque... a todo el mundo le encanta Oh La La.

Pero no nos desviemos. La muy perra siguió en la línea electro elegante "pero si cuela como Top 40 no seré yo quién diga que no". Para ese entonces Madonna reconoció que le encantaba y ella le echó piropos de esos que estan tan de moda entre las quieroynopuedo del pop: que era una vieja y que era hora de retirarse. De verdad, mirad que para mí criticar a Madonna es un hobbie muy lucrativo, pero que lo hagan estas doñas nadies? venga ya.

Y tuvo lo que se mereció. Un buen flop. Porque sí, había una canción chula, y quizás podríamos arrancar un par más, sobretodo Ride on a white horse que fue un temazo, aunque fuera de la banda sonora de Need For Speed, el juego de carreras cholo por excelencia (si eso no es una popstitute, que baje Nelly Furtado y lo vea).

Y llegó el siguiente álbum, que fue el peor giro en una carrera desde el día que las Spice Girls se sentaron y pensaron que queríamos saber más de ellas.

Ni una sola palabra, ni gestos ni miradas apasionadas...

Si hay una frase que me aterrorice más que "es mi disco más personal, éste sí" es "vuelta a los orígenes". Con eso os lo digo todo. Un disco folk acústico? pero quien se cree que es, Pedro Guerra? Guiándonos por los looks horrorosos que ya habeis tenido el placer de sufrir, la muy desgraciada se creía un mash up entre Paulina Rubio, Cualquier Olsen y los estilismos de circo de todo a cien muy acertados, acorde con su total gusto para todo lo demás.

De nuevo, el primer single me embelesó: una balada preciosa, con guitarras, cuerdas, melodía perfecta, titulada A&E (como mis iniciales con Alex). Todo era precioso, hasta que descubrimos que no era una canción de amor, ni siquiera de desamor. Era sobre el nunca cantado tema de las drogas. Maldita bastarda.

El disco flopeó que daba gusto de verlo cayendo en las listas sin paracaídas. Y es que si algo te enseña el mundo de las popstitutes es que cuando cambias de bando, JAMÁS debes volver a tus orígenes. Eso hizo Jewel y ahora sólo la toma en serio FisherPrice para sus discos de nanas (y viendo como le va en los charts del ToysRUs no va a haber segundo álbum).

Ahora ha hecho una banda sonora de una peli sobre John Lennon y espero con ansias que se cumplan sus amenazas y saque pronto un nuevo álbum, porque quiero saber si seguirá siendo coñazo, si sacará algun tema con Timbaland (el pimp oficial de las popstitutes) o si seguirá su exitosa estela electroconchi. El caso es que ahí estaré para dejarla a caer de un burro, porque ella se merece eso y mucho más.

Lo veo todo desde los ojos de la imaginación. YUJUUU!