Mad Men

Yo no soy de llegar tarde a las cosas, pero siempre existe la excepción que confirma la regla.



Mad Men lleva siendo un bombazo años, aunque sí que parece que este último fue la consagración del mito. La serie representa esta moda de "si no podemos hacer nada nuevo, mejor volver a explicar lo que ya ha pasado con gracia y salero" y así nos encontramos con una serie que si en algo brilla, más que en los guiones, personajes o dirección, es en la estética. Todo el conjunto, desde la ropa hasta el atrezzo pasando por el maquillaje y la música. Todo el contexto está cuidado hasta el mínimo detalle y es difícil explicar porqué engancha, así que la única opción que queda es probarlo por uno mismo.

Don Draper es el clásico galán protagonista, un Jon Hamm que está para mojar pan, como siempre que sale en pantalla. Le acompañan muchas caras conocidas de aquellos seguidores de series. Sobretodo los de Whedon, porque no solo aparece el hijo de Angel haciendo de joven trepa a más no poder (y casado con Annie de Community!), sino que la maravillosa Christina Hendricks es chica Whedon y por partida doble: apareció tanto en Angel como en Firefly (serie que un día toca reivindicar porque es de lo mejor que he visto ever). Lo que no recuerdo es si salió con ese pechamen que lleva ahora y que le ha dado esa fama de curvilínea (y que me encanta). También encontramos el ex-alcalde de Desperate Housewives, incluso a Paul Young apareciendo de vez en cuando, y todos lo hacen más que bien. Alguno sobreactúa, otro es más soso que un trozo de pan caducado, pero me alucina como, sin hacer uso del cliffhanger o de grandes dramas, ardo en deseos de continuar cada capítulo.

Ya he terminado la primera temporada y ya les tengo cariño a todos los personajes, pese a que cada uno sea más cabrón que el anterior. Sea como sea, tengo ganas de saber cómo continua todo...

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