Red Riding Hood

He de reconocer que no las tenía todas conmigo. Si bien le tenía ganas a esta peli desde que vi las primeras imágenes, el hecho de que fuera un flop en USA tanto en taquilla como en crítica me volvió escéptico.

Una recomendación clara esta semana pasada me devolvía las ganas. Y ahí me planté el sábado, más que bien acompañado, y dispuesto a pasarlo bien. Y ya os lo digo: me encantó.

Amanda Seyfried es una de esas personas que quieres en tu vida. Esos ojos desbordan vitalidad, ingenuidad y madurez en una perfecta combinación, nada de mal rollo y mucha magia. Consiguió que un muermazo como Mamma Mia emocionase, se comió a Megan Fox en Jennifer's Body y deslumbró en su papel de muerta en Veronica Mars.

Aquí mantiene el listón muy alto, ya que todo el peso de la película recae sobre su personaje. Una chica joven, callada pero observadora, nada ingenua pero sin maldad. Y la adoro.

La directora de la peli es la misma que la del primer capítulo de la saga Crepúsculo (horror!) y por ello se nota un rollito adolescente "te quiero, pase lo que pase" que apesta un poco, pero no ahondan demasiado en el chico guapo y mono, y se quedan más con ella y sus cosas.

Un lobo acecha cada cierto tiempo a un pueblo que parece vecino de los de El Bosque de M. Night Kambalaya. Siempre ofrecen sacrificios animales, y de pronto, parece que ha desaparecido, pero nada más lejos de la realidad. Si le sumamos un poco de culebrón, amor, desamor, traición, engaño y dinero, ya tenemos argumento montado. Y un toque muy Agatha Christie el decidir quién crees que es el malo. Y seguro que fallaréis.

En fin, una peli pequeñita, entretenida, adorable, y con una música cautivadora. Termino con una canción que podría haber estado en la BSO pero es un proyecto oficialmente alejado de la peli. Un cover que canta y toca la mismísima Amanda con un talento que se mea en muchas starlets del pop. De una canción que, cómo no podía ser de otra manera, se titula Lil' Red Riding Hood: