Skins Season 5

Skins ha vuelto, y ya lo he dicho y lo repito: que les den a Misfits. Son unos muy buenos teloneros de lo que verdad vale la pena que es la serie de Bristol.

He de reconocer que si bien adoro eso de que renueven el cast cada 2 temporadas, la segunda generación ha sido un poco decepcionante. Teníamos como referente la primera, en la que ni uno era malo, desde Tony y Michelle hasta Cassie y Sid o Chris o el resto... El caso es que la cuarta temporada mejoró todo menos las historias. Eran vacías, muy arriesgadas y violentas y realistas pero poco interesantes. La selección musical es dios y lo sigue siendo, asi que en ese sentido no hay que preocuparse lo más mínimo. Y la fotografía mejora con cada temporada, dejando en bragas a la anterior.

La quinta temporada, la tercera generación, no ha podido empezar mejor. El símil de la marioneta, vacía, indecisa, sin definición de ningún tipo ya nos lo mostraron en la promo, pero es en este primer capítulo en el que entendemos su razón de ser. Es el muñeco favorito de Frankie, nuestra primera protagonista y el mejor jodido personaje de esta serie desde Cassie. Y eso son palabras mayores.

Frankie es una chica, pero viste como un chico. Bueno, ni eso, viste como quiere. Americana, camisa de cuadros hasta arriba y sus inseparables y ya icónicos cascos. Se ha cambiado de instituto a última hora por lo que os podéis imaginar: una buena dosis de bullying británica la echó de Oxford y asi pretende empezar de cero en Bristol, pero en Bristol son muy cabrones, así que podeis imaginaros.

Si algo me gusta del grupo actual es que es consecuente con la realidad de los adolescentes de hoy. Si bien en la época de Tony y Cassie el grupo era uno, todos iban a una y todos se apoyaban no matter what, ahora los adolescentes son cada vez más listillos y van a su aire. Los grupos no son tan grandes y son todos unos falsos de cuidado que te la van a meter doblada a la mínima que puedan.

Y así es el grupo actual. No van juntos, solo algunos de ellos se llevan bien, la mayoría se odian y se venderían por un poco de spliff. Y está la pija, sus esbirras, el rockero, el pelirrojo feo... y Frankie, de la que es imposible no enamorarse.

Así da gusto ver series.