Hold It Against Me

Como bien me pidieron ayer, os debo una review en condiciones de Hold It Against Me. He puesto la portada, he alimentado el hype, pero no he dicho lo que pienso. Y quién no agradece la perspectiva totalmente partidista de un fan que la sigue desde 1998?

Hold It Against Me es atrevida pero no. No ofrece nada que no exista ya, pero lo hace de una forma diferente y eso es loable. No suena a Max Martin, no suena a Dr. Luke. No suena a la Britney de siempre. Pero sí que suena a la Britney de siempre. Si Blackout era el electropop más oscuro y sucio que te pudieras imaginar, Y Circus era la versión blanca, pura y divertida, Hold It Against Me consigue llevar el sonido más duro a un lugar feliz y positivo. Aquí no hay lugar para las quejas de Piece of Me o el solitario sarcasmo de Gimme More. Aunque tampoco caben las cursiladas de Circus, ni siquiera de ese tema olvidado llamado Shattered Glass y que tanto se parece sin parecerse a HIAM.

Lo arriesgado consiste en ofrecer no uno sino dos estribillos sin explosión, lentos, suaves, muy bakala de los 90, en los que la cantante se limitaba a ofrecer sus vocals casi acapella para después estallar el bombazo instrumental. Pero la espera y sobretodo la incertidumbre que todos tuvimos de "habrá un estribillo que estalle de verdad?" vale la pena cuando empieza el breakdown en el 2:20. El sonido dubstep tan de moda últimamente pero que la chica ya había usado en la espectacular Freakshow de 2007 nos lleva a un puente que gana con las escuchas y a un 3:13 que nos lleva a lo mejor de 2011.

En conclusión, tenemos lo mejor de ambas casas: un sonido duro, que te posee y te obliga a petarlo todo en la pista de baile y el mensaje de siempre, positivo y con ese toque picante que tanto nos gusta de Britney.

No hace falta ni poner lo de "Haters to the left" porque esta vez es unánime, hasta los haters bailan con Hold It Against Me.