Si bien me vuelve loco el cine palomitero, las comedias románticas no son lo mío. Hay unas reglas que no suelo saltarme: si la actriz más famosa es mucho más vieja que el chico, que probablemente esté 17 veces más bueno que ella, y sobre todas las cosas, si el fondo del cartel es blanco, no me veréis. Estas reglas me las salté con Algo pasa en las Vegas y Date Movie, la primera por error (aunque al final resultó una de las mejores y más disparatadas comedias que he visto en los últimos años) y la segunda porque Alyson Hannigan se lo merecía.
El caso es que vuelvo a la comedia romántica pero en plan mitómano. Como las señoras que van a ver las pelis de los galanes de siempre porque les gustaba, eso a mí me pasa con Tina Fey. Siempre me ha parecido muy graciosa, pero mi amor por ella nació hace unas semanas, cuando me tragué las 3 temporadas (y lo que llevan de la cuarta) de 30 Rock en 2 semanas. No sé porqué pero esa mujer crea un magnetismo a su alrededor que te hace quedarte a ver qué demonios hace.
Y acompañada por Steve Carell que con su papelón en The Office o Little Miss Sunshine y ese aspecto de judío nerd sexy es imposible no sentirse atraído.
Lo malo? que ellos son solo los actores. Y al menos en el caso de Tina sabemos que sus guiones son mordaces, divertidos, realistas, ridículos y adorables. Y verlos sólo actuando duele, porque hay escenas en las que ves que podrían dar muchísimo más juego.
Aún y así, el resultado es notable, muy por encima de la media, y es que ver a Tina & Steve huir por todo Manhattan durante una noche entera, con apariciones de Leighton Meester, Mark Wahlberg y James Franco, pues se agradece, qué queréis que os diga.
No es más buena que el peor capítulo de 30 Rock o The Office, pero sí es mejor que todo el resto de comedias actuales.
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Pues a mí me gustó mucho, sin ser fan de ellos dos ni apasionarme las comedias románticas! Tenía sus puntazos, y la persecución en coche más original que he visto desde Matrix Reloaded!