El tiempo pasa (despacico, que diría Madonna) pero hay cosas que permanecen, y que nos sirven de constante, como en ese capítulo de Lost.
Mientras todo el mundo recordará dónde estaba el lunes 8/3/2010 de la gran nevada, el 11-S o el día que murió Michael Jackson, yo a eso debo añadirle una fecha en concreto: el lanzamiento de cada capítulo de Final Fantasy.
Algún día os explicaré mi andadura con la saga, que empezó con el séptimo capítulo, pero hoy toca analizar el último capítulo, mi número favorito, el 13.
Vivir en el mundo no es fácil. Sobretodo cuando un gobierno autoritario conlleva una dictadura en la sombra, sin que sus habitantes conozcan las verdaderas intenciones del Sanctum (así se llaman). En Cocoon vive toda la raza humana, protegida por los fal'Ciel que no son humanos pero los cuidan. Hasta ahí todo bien. Pero es que, bajo la perfección de Cocoon se esconde Pulse, una gigantesca llanura de la que poco se conoce. Ese miedo a lo desconocido juega en favor del Sanctum, que aterra a sus habitantes con historias sobre monstruos y oscuridad. Por lo visto, en Pulse también hay fal'Ciel, pero sus intenciones son reclutar a gente, marcarles con un tatuaje y obligarles a cumplir una misión. Una vez hecho eso, la gente se convierte en lu'Ciel. Si cumplen la misión, se convierten en cristal. Si no lo hacen, en monstruos deformes que vagan eternamente por el mundo.
Una alegre noche de verano en una ciudad costera de Cocoon. Turistas de todo el mundo vienen a ver los conocidos fuegos artificiales. Dicen que si pides un deseo cuando estallan, se te concederá. Una chica, Serah, le cuenta a su novio que la han convertido en lu'Ciel. No tienen futuro juntos, pero él no desistirá. Snow saca un anillo de compromiso y le pide que se case con él.
De pronto, el gobierno sella el pueblo. Hay rumores de que un fal'Ciel de Pulse está en la zona y todos los humanos son evacuados. Le llaman reubicación. Pero están llevando a cabo la Purga. Y su intención es exterminarlos.
Puestos en contexto, imaginad que sois una chica que está de muy buen ver, joven, independiente, con un pasado como soldado de élite... y de nombre clave Lightning (no quieres revelar el verdadero). Tu hermana Serah es una lu'Ciel y no lo dudas, la vas a salvar. Te encontrarás con un rebelde en contra del gobierno, Sazh, un negro con un chocobo anidado en su pelo afro. También con tu cuñado, Snow, el novio de tu hermana, que también va a rescatarla y al que han seguido dos rehenes que iban en el tren de la Purga: Vanille, una chica alegre y jovial, y Hope, un joven que acaba de pasar por el peor momento de su vida.
Los avatares del destino les unen para luchar contra el gobierno corrupto, convirtiéndoles en terroristas, enemigos del estado, con una misión muy clara.
Y esta es la apabullante historia de Final Fantasy XIII. Sólo llevo 4 horas de juego y me parece increíble todo. Gráficamente es todo un regalo a la vista. Escenarios futuristas, modernos, robóticos, industriales. Y los vídeos más vivos que nunca: explosiones, acción, drama... El diseño de los personajes impagable, y por primera vez, un plantel de personajes agradable, dónde cada uno tiene su verdadera razón de estar ahí y con personalidad y sed de venganza.
Lo malo? la palabra maldita que llevamos meses oyendo: pasillos. Si bien la saga FF no es conocida por su variedad en cuanto a opciones para avanzar, lo de este juego es de traca. Para potenciar el componente dramático (y de paso ahorrar dinero), gran parte del juego consiste en avanzar y ver la historia. Si bien me encanta porque me ha inmiscuido de forma alucinante, también he echado de menos algún pueblo, gente o algo con lo que interactuar más que los cofres (que ahora son supermolones y son círculos que flotan en el aire).
También tiene delito lo de las tiendas. Ya no existen. En el terminal donde guardas partida puedes hacer tus compras. Vamos como Amazon.
Y las batallas. Amor/odio a partes iguales. Tiene el sistema más chulo ever, que incluye unos puntos por turno que puedes repartir entre, por ejemplo, atacar 3 veces o hacer una magia solo 1 vez (cuanto más potente más caro). Lo malo? que sólo controlas a un personaje, cuando podríamos hacerlo con tres, pero Square Enix es así, nos lo da todo masticadito. Podemos crear diferentes equipos usando diferentes roles, desde el ataque más puro a la defensa más activa.
La forma de subir experiencia vuelve a FFX y esos tableros donde vas moviéndote para adquirir lo que más te apetece, ya sea un VIT +20 o la magia Aero, potenciando cada job que tú decidas y subiéndolos de nivel. Y me encanta.
Mi teoría es que quieren fomentar la velocidad. Pero es un JRPG y a la gente que juega estos juegos no quiere ir rápido. No puede ser que nos curemos tras cada batalla automáticamente y que si morimos podamos volver a segundos antes de la batalla! Podría entender algo tipo checkpoints, pero eso ya es regalarnos el juego. Y ahí le doy la razón a S-E: muchos se quejan de que dura poco, pero si analizamos, las horas reducidas son aquellos momentos de Game Over con la pantalla en negro, la carga, el repetir escenas una y otra vez... Y toda esta facilidad es a favor de la cinematografía del juego.
También se supone que hay un momento que tendremos libertad para ir donde queramos, pero aún no he llegado.
La música no es nada del otro mundo, pero se deja escuchar mientras nos acompaña en nuestras aventuras. Y yo, como siempre me pasa en los RPG, me he enganchado muy rápido a matar enemigos para mejorar mis habilidades.
Y así es FFXIII.
Lo que podemos decir seguro es que este Final Fantasy XIII es nuevo, también que tiene recortes gordos, pero con una historia tan despampanante, unos personajes tan fuertes, un sistema de batalla que engancha y el temazo de Leona Lewis, quién quiere más?
Yo no soporto los pasillos, Vanille me saca de quicio, no sé conseguir dinero (sólo tengo 1700 guiles y una cola de fénix ya cuesta 1000!!!) y los combates contra las invocaciones son muy chof.
Pero todo lo demás me encanta!
Esta historia en plan holocausto (los nazis marcaban a los judíos y también los "reubicaban"), con rebelión y ecos del choque de culturas actual (como en Occidente meten el miedo y el odio contra el mundo islámico, y viceversa)... es espectacular.