Parks & Recreation



Mi devoción por las series ha llegado a cotas terroríficas.

Hace mucho, mucho tiempo que quería ver Parks & Recreation. No conozco a nadie que la vea, simplemente vi que Internet estaba lleno de gente muy fanática de la serie. El formato es muy 30 Rock + The Office. Un falso documental en el que vivimos el día a día de la sección de parques y jardines del ayuntamiento de un pueblo ficticio de Indiana llamado Pawnee y en el que unos cuantos que yo me sé adorarían vivir.

Protagonizada por una espléndida Amy Poehler, la compañerísima de Tina Fey en los mejores momentos de Saturday Night Live, ella es Leslie Knope, la encargada del departamento, una mujer tan loser como entusiasta e ingenua. La trama la arranca una genial Rashida Jones (hija de Quincy, sí, el de Thriller), que es Ann, una enfermera cuyo marido ha caído en una fosa que hay al lado de su casa y que quiere que arreglen. Leslie lo ve como una oportunidad de hacer historia, convirtiendo esa fosa en un maravilloso parque.

El resto de personajes son raros pero imprescindibles. Trabajando en el ayuntamiento están un chico indio que tiene mucha labia pero no da palo al agua, una adolescente becaria con una cara de asco que da gusto verla, un jefe con bigote típico americano que pasa de todo, y un macizorro muy en plan Jon Hamm del que Leslie está locamente enamorada.

La verdad es que la primera y corta temporada no me ha llamado mucho la atención. Leslie es adorable y ridícula por igual, y sus escenas son, sin duda, las mejores. Verla yendo a recriminar a unos niños que se lanzan mierda de perro en el parque y terminando en medio de la batalla con la tapa de un cubo de basura como escudo no tiene precio. O el día que decide ir a cortarse el pelo a la barbería de hombres, ganando con ello un look muy Ellen Degeneres.

Todos esos gags, que beben, seguro, de su época en SNL (como le pasa a Tina Fey en 30 Rock) son lo que le da vida a la serie, lo que te hace levantarte y aplaudir aunque sean solo 15 segundos de un capítulo de 20 minutos.

Presiento que con los capítulos ganará más y más interés, y no voy a dejar de verla, porque me pasó lo mismo con Community: unos primeros capítulos aburridos y al final ha terminado siendo la serie que más recomiendo actualmente.