y bien gordas

No sé recordais mi gran dilema personal sobre qué película ver ayer. He de ser sincero: decidimos decantarnos por la maricona de Almodovar pero, gracias a los avatares del destino, no quedaban entradas (en España nadie va al cine, pero al de Cerdanyola va todo el mundo) así que, con cara de pan, nos volvimos a casa.

Tras mucho meditarlo hoy, hemos pensado que quién sea que creó este mundo planificó la secuencia de acontecimientos para que no viésemos "The Broken Hugs", así que hemos decidido no verla. Bueno, realmente era porque si la íbamos a ver nos perdíamos el capítulo recién bajado de Dollhouse y, queridos, entre Whedon/Dushku y Almodovar/Pene no hay color... ni siquiera para Alex.

Así que hemos visto Mentiras y Gordas.

El primer indicador de que es una buena peli es que el 99% de las chonis de periferia (con sus respectivos novios de periferia) la han odiado. Ni siquiera la avalancha indiscriminada de tetas y pezones ni la chorra del machote del Internado han conseguido animar al público, que no ha entendido la película, ya que muestran las drogas con sus consecuencias reales (las buenas y las no tan buenas). 

A mí me ha parecido una película que, si bien, no pasará a los anales de la historia (tampoco es su intención), no es la típica comedia chochona adolescente española, sino que tiene una realización muy cuidada, unos planos muy cercanos y humanos y, aunque me duela decirlo, la mayoría actúa genial. 

El elenco es un poco para echar a correr. Sale la mejor amiga de Eva Estrafolaria en Compañeros (sí, la que no sabia hablar y parecía borderline), uno de Física o Química disfrazado de Justin Timberlake durante unos 57 segundos, la pareja más macizorra del Internado, la hija pelirroja de Aída con la mandíbula rara, y el siempre genial Alejo Sauras, y uno que tiene nombre vasco y no sé si va disfrazado de Marilyn Manson o de Mario Vaquerizo.

Al final hay drama, lo que me encanta, pero vamos, es que no puedes meter a 20 treintañeros fingiendo que son quinceañeros metiéndose droga por todos los orificios que les quepa y que eso no tenga consecuencias!

Al principio y al final canta Alaska, aunque no la reconocía por la voz de pito que pone el formato cine (el caso del main theme de Die Another Day es el más sangrante). Y bueno, eso es todo. Sólo sé que si veo los abrazos o Street Fighter no me llegarán tanto como ésta. Y encima, no saldrán tetillas ni culetes...