Keep on voting till the world ends

No sé qué hombre loco dijo que el fin del mundo llegaba el sábado a las 6 PM. Suponemos que las 6 PM americanas, porque todos sabemos que los apocalipsis siguen el huso horario americano.

Pues oye, que resulta que no, que el mundo siguió girando. Justo para darnos tiempo a descubrir que el domingo España empezaba la etapa más oscura de su existencia. Una vuelta a la derecha más rancia, el voto ingenuo de los asustados, a los que les gusta pasar miedo y que sus dirigentes tengan mano dura y hagan por ellos las cosas que no tienen valor ni siquiera de decir.

El movimiento de las acampadas ha sido muy, muy simbólico y emocionante. Ha dado gusto pasearse a la hora que sea por las plazas (en mi caso, Plaza Catalunya) y descubrir que el montón de gente está preocupada, interesada, con ganas de hacer algo, de cambiar, de ofrecer nuevas propuestas y de que se tengan en cuenta. Nada de perroflautas antiglobalización. Gente normal, de a pie, con sus trabajos, sus paros, sus familias, sus pequeños dramas que van sumando y al final nos llevan a esta situación de pena que vivimos.

Nuestra generación no ha pasado guerras, ni frío ni hambre. Nuestros problemas, bastante inferiores en comparación, son otros, pero no por ello dejan de ser importantes. Lo más terrorífico de nuestra generación era no el descontento, sino el desinterés. El clásico "uf, política, qué aburrido" y eso se ha subsanado porqué solo hacía falta mirar cualquier plaza de España para alucinar con el movimiento que se ha creado.

Dicho esto, y con su total desconocimiento del tema, creo que ese mismo movimiento no ha hecho más que ayudar a los falangistas resultados de las elecciones del domingo. Un movimiento titulado "no les votes" anima a no votar. Ni siquiera a votar a un grupo minoritario, sino a no votar. Y si no votas, cedes TODO tu derecho a quejarte. Así que toda esa abstención (101% de izquierdas) no tiene ahora ningún derecho a quejarse, porque las cosas no se hacen solo sentados en una plaza. Y los de derechas SIEMPRE votarán y solo tienen uno o dos partidos, así que no hace falta ser matemático para descubrir los resultados.

España es un país ignorante y analfabeto que vota por miedo. Votó al PP en el 1996 porque el PSOE ya no gustaba tanto. Votó al PSOE en 2004 porque el PP nos engañó con el 11M y, let's face it, si votábamos al PP empezaría una oleada de atentados en España. Ahora vuelven a pasar 8 años, la gente cazurra vuelve a cambiar de bando. Y nos quitarán todo lo que puedan y más.

Yo soy muy optimista, y es la hora del cambio. Del cambio de país.