Kylie nos regaló un concierto de lujo el último sábado. A nivel personal fue todo un reto. En su día compré las entradas para mi y mi pareja, y ahora me encontraba yendo totalmente on my own, como Robyn. Afortunadamente me junté de las mejores personas con las que vivir un concierto así, en 2nd row y con mucho grito, lloro y agua.
El mundo se quiso poner en mi contra de muchas maneras diferentes. La cola fue de 3 horas y pico, pero se me hicieron años: un viento y una lluvia que aquello parecía el Danubio universal. Luego, al entrar, los gogós y la DJ más aburridos de Matinée decidieron usar su poder de ralentizar el tiempo que hubo momentos en el que incluso ibamos hacia atrás. Si a eso le sumamos un desafortunado incidente en el que las pantallas gigantes enfocaban a gente del público y yo, ingenuo de mi, me encontré con algo que no me gustaría haber visto, pues todo pintaba fatal. Pero llegó un dj que pinchó muy bien, y que a los 20 minutos se hundió en el suelo.
Y se apagaron las luces.
Y se acabó lo malo.
Nunca antes había estado en un concierto de Kylie. Hay un mariconeo mucho más buenrollero que el de Madonna, menos infantil que el de Lady Gaga y desde luego más inteligente que el de Britney. Sus shows siempre me los imaginaba llenos de plumas y más plumas y escaleras y aburrimiento. Hubo plumas y escaleras, pero ni un puñetero segundo de aburrimiento.
Una intro poco espectacular, seamos sinceros, nos izó a una Kylie desde el fondo del mar, metida en una gigantesca concha dorada que era una horterada pero nos encantó. Y es que salió cantando Aphrodite que es el temazo gay del álbum por mucho All The Lovers que haya. No fue nada especial, mucho obra de instituto de latín, pero era ellaand she's mighty.
Luego siguió con The One y Wow que son temazos clásicos ya de X y que tampoco sonaron especialmente bien, pero aún era la locura de que había emergido, así que no nos dábamos cuenta. Con Illusion empezaron las versiones diferentes: una intro maravillosa, en la que jugaba con Parker a ver quién la adivinaba antes (me ganó en 100 a 1), la tía se marcó un momentazo Shakira en el breakdown y nos encandiló a todos moviendo su cu cu.
I Believe In You marcó la segunda vez que emergía desde abajo. En esta ocasión lo hacía con un unicornio dorado (toma maricón) y con unos vientos que le soplaban el vestido mientras cantaba esta balada diabética que tanto nos gusta. Lo siguiente fue la espectacular Cupid Boy, con Velencoso en pantalla, con ese pecho, esos pelos, esos músculos, esa mirada... qué hombre. Spinning Around fue eso, Spinning Around, y me decepcionó bastante mi favorita, Get Outta My Way. El tema que más me ha acompañado este verano cantado sin ningun tipo de gracia con la performance fea de las sillas de todas las actuaciones que ha hecho en TV y no sé, yo esperaba un gran finale o una gran intro. Luego nos dijo cosetas y se fue a besar a Velencoso. Le dijimos que lo subiera pero es tonta y no lo entendió.
Lo siguiente fue What Do I Have To Do, una de las pocas que no reconocí y que no estuvo mal, de hecho grabé algun vídeo pero como aún no me apaño con el iPhone 4 tapé el micro en un alarde de oportunidad. Everything is Beautiful, la peor del disco, ganó mucho cuando Kylie emergió con un busto tamaño King Kong de su santa cabeza. Me encantó tanto que incluso ahora me gusta el tema. Y porqué también es el tema favorito del verdadero adonis del concierto (que no es Velencoso y él sabe quién es).
Kylie dejó el Palau con la boca abierta con Slow. Era una versión jazz, muy sensual, que empezó con unas bailarinas alrededor, sin nada especial. De pronto, empezó a levantarse el suelo y quedó como a 90º del suelo. Tenía truco, donde estaba Kylie, que era como un poste, se mantenía plano, pero el resto se levantaba y con las bailarinas atadas parecía un reloj pero todo muy espectacular.
Lo siguiente fue de traca. Una intro de Confide in Me cañera, con el remix de Brothers in Rythm (creo) nos llevó a una Kylie cantando una versión actualizada del clásico noventero. Un sonido muy Hurts (curioso porque ellos ya la versionaron hace unos meses) con fuerza pero teniendo en cuenta que seguía siendo una balada. Pero a partir de ahí no dio tregua y ofreció el mejor bloque del concierto y de muchos conciertos.
El momento rock de pacotilla, copiado vilmente de Madonna, la llevó a cantar un Can't Get You Out Of My Head en versión Soulwax, que la remezclaron con mucha guitarra y percusión. No fue nada del otro mundo, para que engañarnos, pero es que la versión dura de In My Arms, que parecía Du Hast de Rammstein me volvió loco. Sorprendentemente, lo siguiente fue el pack celestial: Looking for an Angel, preciosa, elegante, sublime, termina con la subida a los cielos de un angel. Bueno, un negro que estaba buenísimo con alas blancas. Y de pronto, Kylie lo monta y empieza a cruzar por los aires la splash zone cantando Closer. Toma! Y de pronto aterriza al final de las pasarelas y empieza a cantarle al angel un cover de There Must Be An Angel de Eurythmics. Toma 2! Y ese momento fue muy espectacular todo. Debería sacarlo como single.
Después nos sorprendió con un mash up entre Love At First Sight y Can't Beat This Feeling, asociándolas y haciéndonos ver lo mucho que se parecen. Después se subió a las escaleras a cantarnos una balada rara, If You Don't Love Me. La bordó como nunca y la gritamos tanto que la hicimos llorar. Pero de alegría, eh!
Después continuó con un hit viejuno que nunca pasa de moda como es Better The Devil You Know y nos pidió que le dijéramos temas para que nos cantara. Yo le dije Sweet Music y pasó de mi, así que cantó Come Into My World. Lo siguiente fue un apoteósico y coreado Put Your Hands Up (If You Feel Love) y se fue.
Ooohhh...
Pero el encore, cortito, fue espectacular. Una versión 90's-2010 bakala Calvin Harris old skool style de On A Night Like This (una de sus mejores canciones ever) me robó el corazón totalmente. Y cuando menos lo esperábamos: ay va qué chorrazo! Las fuentes de Montjuic empezaron a emerger de las pasarelas... Todo muy espectacular. Y Kylie llega al centro con sus bailarines y empieza All The Lovers. Maravillosa, espectacular, me emocioné al verla. Y como se levantaban las plataformas, los chorros, los bailarines se elevaban.... y todo de cara!
En definitiva, uno de los conciertos más espectaculares que he visto, con un setlist intocable e inmejorable y con una Kylie que si no te baila, almenos te canta como una diosa. Brava. Brava.