
Desde luego, qué escándalo. Voy a intentar sintetizar pero será imposible.
Ayer me estrené con Beyoncé, alguien que siempre he criticado y la que, evidentemente, tenía que ver en directo alguna vez.
Quedé con Samuel para comer nada más salir de la facu (es que no soy consciente de lo genial que es trabajar al ladito de Sants y, por ende, al ladito del Palau Sant Jordi).
Allá para las cuatros nos dirigimos a hacer cola, y había un poquito, pero no demasiada. Mucha locaza, niños de 15 años que se pintaban sus camisetas, niñas de casi nuestra edad acompañadas por madres... todo muy freak. Me gustaría destacar la madre e hija que iban CONJUNTADAS, con camiseta verde, tejanos y mochila rosa de Cosmopolitan, pero sobretodo la madre que acompañaba a una chica avergonzada que pasaba de ella. Como se aburría, en uno de los acelerones "ay que abren pero no", alguien perdió un bolso lleno de cosas (queremos creer que era un bolso bomba). La mujer empezó a mover el bolso de un lado a otro gritando "de quien es estooooo!!!!". Muy genial todo.
Ah! y el concierto! Tras 4 canciones mal cantadas por "Lawooot" (Coque, me encanta!), tardó media hora en salir la pantera de Texas, pero vaya animal. Gritos, movimientos, pero sobretodo, no es que hiciese dedos de negra o movimientos de cabeza de negra, sino que ERA una negra de las más chungas, de pies a cabeza. Cantó de todo, toda su carrera, pero haciendo msh ups divertidos que no rallaban (alomejor cantaba Crazy in Love y metía el estribillo de Suena La Alarrrma).
Pero el highlight llegó cuando Beyoncé dejó via libre a Sasha Fierce (pronunciada Chacha Fierce, tal como lo leeis) para que la liara un rato. Llegó a la plataforma del centro que estaba AL LADO NUESTRO. La vimos, nos miró, puso caras de negra y bailó como una perraca, que es lo que es. En un momento dado, yo tomé las riendas audiovisuales de la situación y grabé algo que cambiará el curso de la historia: cuando Samuel le lanzó su gorro de oveja! Ella lo miró, pero no hizo gran cosa. Fue luego, cuando LO RECOGIÓ que nos volvimos locos. Esperemos que pronto podais disfrutar de ese momentazo. Como dice ella "Ya lo ves, Ya lo ves".
Hizo mashups de Destinis Chail, nos promocionó la ropa de su madre, pero otro de los momentazos fue cuando se quedaron en el escenario las Mamas, que son las coristas gordas y con una actitud de negras que te cagas y dejaban en bragas a la compositora de "Puta Ring on It".
Después volvió para cantar unas pocas más y nos dejó a todos con un final esperado pero no por ello menos espectacular. Single Ladies, con todo el Palau Sant Jordi bailando como ella, y Halo, con todos llorando con ella. Me encantó cuando dijo "Barcelonaaa I can feel your Haloooo", sé que lo dice en todos los conciertos, pero por un momento pensé que éramos los únicos. Además, hay ciudades muy poco fonéticas, sino intentad decir "Oberhausen I can feel your halo" o "Strasbourg I can feel your halo" y sonar bonitos.
Desde luego, copnciertazo. Si bien sus discos no matan, su directo es fusilante. Una ametralladora de hits, gritos y guitarreo pop. Toma.
Me alegro de que hayan cerrado por fin todas las tramas que se habían inventado. Siempre he estado muy en contra de que se inventaran sobre la marcha enemigos y compañías y subcompañías, pero han conseguido cerrar el chiringuito bien.
La propuesta de Scylla me pareció excitante y muy, muy atractiva. Llevar lo mejor de la primera temporada (lo de estar "encerrados") pero en la cárcel más grande de la historia (el mundo) sonaba más que bien. Y lo fue, en los primeros capítulos. Conseguir las seis piezas de Scylla tuvo su gracia, pero luego todo se fue al garete cuando ni ellos sabían qué pasaba.
Que Don Self se rebelara como el gran traidor fue un "in your face" total, y me encantó que alguien tan supuestamente honrado y honesto se girase de esa manera. Y aquí llegamos al enésimo Jump the Shark de esta serie: la aparición de Christina Scofield, la madre de los pipiolos. Afortunadamente, el personaje era una madre zorra sin escrúpulos que no le importaría matar a sus hijos, algo que me encantó, porque tenía pavor a encontrarme a una mujer emocionalmente débil.
Y el final ha sido épico. Reunir a los de Fox River que quedaban vivos, acción trepidante y giros bastante previsibles pero siempre geniales. Desde aquí reafirmo mi amor incondicional por Alex Mahone, el personaje más interesante de toda la serie, el Benjamin Linus de Prison Break.
Y el epílogo, con esa despedida por todo lo alto a un protagonista que realmente no tiene demasiado carisma, pero que nos ha encandilado a todos.
Prison Break, rest forever, here in our hearts!